Cómplices del silencio
El Casino y las autoridades polÃticas de RÃo Negro no responden frente a los casos de ludopatÃa
La ludopatÃa, poco conocida en el ambiente de salud y muy aceptada socialmente no se cura pero sà se recupera. Al igual que cualquier adicción, el adicto frente a ellas dice "yo la controlo, la dejo cuando quiero". Sin embargo, para dejar la adicción, Alfredo Zinkgraf sostiene que el primer paso para controlar la enfermedad es reconocerse adicto al juego.
En el 2011 Alfredo en conjunto con la Licenciada Anabel Tello conformaron un grupo anónimo de autoayuda para el ludópata.
El primer paso: reconocerse adicto
Lamentablemente, en ese intento de ayuda, gratis, al ludópata el grupo fracasó.
La ayuda en el hospital no existe
El artÃculo 2 de la ley 4108 determina que "todo sistema hospitalario de carácter público deberá contar con personal capacitado para la prevención, atención y tratamiento de la ludopatÃa, fundamentalmente en cada localidad donde existan salas de juegos o lugares de apuestas de concurrencia masiva"
¿Se cumple? Quisimos asegurarnos de que este punto de la ley se cumpliese, y haciéndonos pasar por jugadores compulsivos nos acercamos al hospital José López Lima de la localidad de General Roca solicitando a un personal que nos brindase ayuda pero la ayuda no estaba.